viernes, 28 de septiembre de 2007

La buena educación

Tengo una foto en la que estoy bebiendo de una botella de refresco sentada sobre la hierba. En la foto debo de tener unos dos añitos y estoy muy mona y muy relajada. Es una foto de un festival de música al que me llevaron mis padres en algún momento.

Cuando tenía siete u ocho años, mis padres me llevaron a ver ET. Subtitulada. Lloré un montón cuando ET se marchó y dejó a Elliott en la tierra. Lloré tanto, que a la salida del cine mi padre me regaló una revista. Él compraba un semanario de humor llamado así, Humor, que sacó una versión infantil, Humi. Eso me compró mi padre para consolarme tras el disgusto de ver a dos amigos separarse.

Cuando era adolescente o más bien preadolescente, una amiga de mi madre me enseñó los diarios de Anaïs Nin. Le pedí que me los prestara para leer. Ella miró a mi madre que le dijo que sí, que claro. No los leí, claro está, me aburrieron soberanamente, pero Elena, la amiga de mi madre se quedó pasmada al recibir consentimiento para dejármelos.

Cuando ya era adolescente, mi madre me llevó al cine. Fuimos a ver "Los amigos de Peter". A los pocos meses fui por primera vez sola a los cines Verdi. Vi "Azul".

En todo esto pensaba el otro día en el concierto de Police. Pensaba en lo extraño que es educar. Pensaba que mis padres, aun habiéndose equivocado mucho en mi educación o en su manera de tratarme, me dieron desde muy pequeña algo que nunca podré agradecer lo bastante. Me dieron la oportunidad de conocer. Me llevaron a conciertos y me hicieron escuchar música. No música para niños, aunque tuve muchos discos de Parchís, sino música, en general, de la que le gustaba a mi padre. Me aprendí de memoria canciones de los Beatles, de Eric Clapton, de Sabina, de Serrat, de Radio Futura. Mi padre cantaba, y yo con él. Leí todo lo que había en mi casa. Nunca un libro fue poco adecuado. Cuando empecé a leer, cualquier cosa que hubiera en la casa podía leerse y disfrutarse. Empecé a ir al cine. Sola, a ver cine subtitulado, a seguir los grandes ciclos de cine de la televisión. Nunca hubo una película poco adecuada, ni un control sobre mis gustos.

Todo eso me dieron mis padres, quizás incluso sin proponérselo. Me dieron sus gustos, sus aficiones, sus intereses. Me llevaron y me hicieron participar de todo lo que les apasionaba. Y por eso estuve ayer coreando canciones de Police. Porque alguien, en su día, me los hizo escuchar.

Es difícil educar a un hijo, uno nunca sabe qué dar y qué no. Y sin embargo es muy fácil. A veces solo se trata de compartir.

3 comentarios:

Marona dijo...

La educación puede ser un arma de doble filo, puede ser un regalo maravilloso o una carga pesadísima. Yo también creo que mis padres me dieron un regalo maravilloso y a medida que voy creciendo me voy dando cuenta cada vez más.
Besos!

Paula dijo...

Hola, Marona :-)

Aún no he encontrado un blog que merezca el premio al blog solidario, pero no dejo de buscar.

La educación es, en efecto, un arma de doble filo. Sin embargo también es mucho más fácil de lo que creemos. Leía el otro día un artículo en el que hablaban del consumo de drogas de los adolescentes, y de cómo los padres nos sentimos impotentes ante lo que tienen nuestros hijos a su alcance.

Y sin embargo la conclusión era que un niño querido, al que se ha tratado con cariño, que tiene la confianza de sus padres tiene muchas más armas a la hora de enfrentarse tanto a las drogas como a muchas otras cosas.

Y estoy de acuerdo. Una comunicación fluida, una buena dosis de libertad y una confianza en los hijos solo puede tener resultados positivos. Da igual lo que uno diga o censure, al fin y al cabo, un niño capta lo que ve y lo que vive.

Mi amigo Joan me decía el otro día (y me llenó de orgullo que me lo dijera) que estaba educando a unos hijos estupendos, porque mi pomelo y yo nos llevamos bien, les queremos con locura, hacemos mil cosas con ellos y les dejamos su espacio. Que no hay nada mejor que ver que tus padres se quieren y te quieren a ti. Que eso es lo que más le gusta de sus propios padres (son un encanto de pareja y excelentísimas personas). Y realmente solo se trata de eso. Tenemos tanto, tanto miedo que a veces olvidamos qué son las cosas que nos han marcado a nosotros. Y si te paras a pensar que te ha marcado a ti, probablemente sean cosas como esas, como el cariño, la confianza y la libertad.

Y es que al fin y al cabo, educar es enseñar a vivir y a enfrentarse a la vida, y vale más enseñar valores que cualquier otra cosa, porque todo lo demás se puede aprender en cualquier momento, pero los valores no se cambian tan fácilmente.

Anónimo dijo...

Oi, achei seu blog pelo google está bem interessante gostei desse post. Gostaria de falar sobre o CresceNet. O CresceNet é um provedor de internet discada que remunera seus usuários pelo tempo conectado. Exatamente isso que você leu, estão pagando para você conectar. O provedor paga 20 centavos por hora de conexão discada com ligação local para mais de 2100 cidades do Brasil. O CresceNet tem um acelerador de conexão, que deixa sua conexão até 10 vezes mais rápida. Quem utiliza banda larga pode lucrar também, basta se cadastrar no CresceNet e quando for dormir conectar por discada, é possível pagar a ADSL só com o dinheiro da discada. Nos horários de minuto único o gasto com telefone é mínimo e a remuneração do CresceNet generosa. Se você quiser linkar o Cresce.Net(www.provedorcrescenet.com) no seu blog eu ficaria agradecido, até mais e sucesso. If is possible add the CresceNet(www.provedorcrescenet.com) in your blogroll, I thank. Good bye friend.