martes, 24 de julio de 2007

El secuestro

Llevo varios días indignada por un episodio que es más propio de regímenes dictatoriales que de una democracia que nos pasamos el día pregonando y de la que fardamos como de un coche deportivo. Nos colgamos cartelitos que dicen que somos demócratas y vamos dando lecciones a los países menos afortunados. Nos indignamos cuando por ahí alguien se enfada porque hacemos una caricatura de un dios y les damos clases de libertad de expresión. Todo desde nuestra privilegiada posición de burgueses demócratas del mundo.

Y sin embargo, hace unos días, un juez secuestró una revista humorística por poner en la portada una caricatura de Felipe y Letizia haciendo el amor. Entre los motivos esgrimidos para cometer este atropello, se ha argumentado que es una imagen vejatoria y calumniadora. Y yo me pregunto: ¿no sería más calumniador acaso decir que Felipe y Letizia no hacen el amor y que, por ejemplo, han tenido a sus dos hijas por inseminación artificial? ¿Es vejatorio hacer el amor? Y es que por ahí también se ha dicho que lo vejatorio no era el hecho de que hicieran el amor, sino la postura, Letizia apoyada en manos y rodillas sobre la cama, y Felipe de pie. ¿Es vejatorio hacer el amor en la postura que más nos apetezca? Lo lamento mucho por las mujeres, los maridos, novias, novios y amantes de todos aquellos que sostienen esta teoría.

Lo cierto es que tenemos de todo menos libertad de expresión. O por lo menos no tenemos libertad de expresión cuando se trata de hablar de determinadas personas de nuestra sociedad. A nadie le importa que ZP y Rajoy se insulten abiertamente, que políticos y famosetes de medio pelo salgan en la tele gritándose de todo y calumniándose a todas horas. Nadie ha cerrado ningún programa magazine de esos en los que los concursantes de diferentes realities salen a mentir descaradamente y a acusarse unos a otros de las atrocidades más espantosas. Eso está bien. En cambio, suponer que Felipe y Letizia tienen una vida sexual sana está mal, es criticable e incluso delito.

A mí que me lo expliquen, porque no lo entiendo.

Por suerte, como siempre que ocurren estas cosas, lo que se ha conseguido ha sido un efecto rebote. La portada de El Jueves ha sido noticia en todo el mundo, la edición se agotó en todos los quioscos antes de que la policía pudiera retirarla y el movimiento solidario va a hacer que una revista inteligente e irreverente como El Jueves registre un aumento importante en sus ventas.

Desde aquí os animo a comprarla y a visitar su página web: http://www.eljueves.es porque cada vez parece que es más necesario que recuperemos el sentido del humor y que lo usemos.