jueves, 27 de noviembre de 2008

Es curioso...

Ayer o anteayer, mientras cenábamos, veíamos las noticias. De repente, el presentador se puso serio, habló de un atraco y avisó que las imágenes que mostrarían a continuación podían herir nuestra sensibilidad. Acto seguido, la cadena emitió una grabación casera en la que un atracador salía de un banco, resbalaba en la calle, y al levantarse, la policía lo abatía a tiros. Fueron, en efecto, unas imágenes chocantes.

Dos noticias más allá, hablaron de la situación de algún país africano que sufre una epidemia de cólera. No hubo aviso alguno para mostrar escenas de niños desnutridos, personas muertas de hambre (aunque, eso sí, tapadas por mantas) y enfermos y más enfermos junto a ríos de aguas fecales en las calles de su poblado.

No es que la muerte de un atracador en plena calle no me parezca chocante, no me malinterpretéis, pero hiere millones de veces más mi sensibilidad ver cómo muere gente (300 muertos por cólera llevan ya) por una enfermedad erradicada en nuestro país, por falta de recursos para tener un alcantarillado en condiciones, por falta de tratamiento y agua potable, por no tener un buen estado físico, por no poder comer bien...

Es como mínimo curioso qué consideramos impactante y qué consideramos normal; qué contenidos nos parecen adecuados para un noticiero a las 9 de la noche y cuáles no.