lunes, 2 de febrero de 2009

De provincias

Sí, provincianos, ni más ni menos. Eso es lo que pasa en España. Y siento una vergüenza tal que apenas puedo ponerla en palabras.

Ayer jugaban Federer y Nadal la final del Open de Australia. Un partido interesante entre dos tenistas de primer nivel. Un partido reñido y ajustado que acabó ganando Nadal. Hasta ahí todo bien. Pero resulta que lo retransmitían por la tele. Y resulta que los locutores comentaban el partido. Y en un momento dado les salió esa chulería que solo se puede tener cuando uno es provinciano y acomplejado a tope:

-Nadal le ha ganado en hierba, le ha ganado en tierra...
-Sí, y si hubiera pistas de hielo también le ganaba.

En fin. Que Nadal es un jugador como la copa de un pino no lo niega nadie. Pero lo es más aún porque tiene la decendia de tratar a sus rivales con respeto y con cariño, y de decirle al que durante años ha sido el mejor jugador del mundo que no se preocupe, que conseguirá superar el récord de Sampras. Y eso es algo que tendrían que aprender los locutores deportivos. Que el deporte es, sobre todo, deportividad.

Pero todavía me quedaban los Goya. Ah, los Goya. Un desfile de estrellas interminable e interesantísimo. Lo único malo fue que vino Benicio del Toro. Y como no estamos acostumbrados a ser agasajados con la presencia de estrellas mundiales (o estadounidenses, que para el caso viene a ser lo mismo, aunque mi adorado Benicio sea puertoriqueño) lanzamos un torrente de chistes sin gracia a nuestro Mr Marshall particular y nos dedicamos a hacerle primeros planos continuos. Seguro que así conseguimos que el año que viene venga más gente.

Pero bueno, por lo menos triunfó "Camino".

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